El texto que sigue, y que se publica en el Blog por
el indudable interés que sigue teniendo, en relación con el condicionamiento
que la intromisión de los políticos induce en el lenguaje arquitectónico, me fue
publicado el día 5 de Abril de 2008 en
el periódico FARO DE VIGO tal cual
está redactado y como Artículo de Opinión,
bajo el título REFORMA EN PLAZA DEL
BERBÉS.
Hay que decir que a los vecinos de la Plaza del Berbés les debió encantar el texto,
dado que me lo agradecieron llenándome el portal de pintadas. Por su parte el entonces
Presidente de la Delegación del COAG Salvador Fraga, casi histérico con el asunto, me hizo felíz echándome un rapapolvo en plena calle. Le llamarían la
atención desde el Concello de Vigo,
donde debió molestar que se le desmandase uno de sus kikuyus.
En cuanto al Arquitecto
Guillermo Vázquez Consuegra, autor de la remodelación recién alterada, y
cuya obra nadie más en Vigo dentro de la profesión había defendido, tuvo el detalle de
llamarme para agradecer la iniciativa.
REFORMA EN
PLAZA DEL BERBÉS
La reforma de la recién estrenada Plaza del Berbés,
acometida por el Concello de Vigo, que altera el Proyecto original del Arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra ha consistido en la
colocación de un cruceiro, en el posterior aterrizaje forzoso de un parque infantil
multicolor y finalmente —hasta ahora—, en la supresión del estanque rectangular
existente, cuyo espacio aparece ocupado por un peculiar jardín con tres botes
de remos utilizados como maceteros de madera, todo muy kitsch y enxebre, en la
línea de glorificación aldeana imperante.
Resulta patológicamente evidente que la reforma
emprendida aspira a recobrar la imagen desordenada de la plaza anterior a la
intervención del prestigioso Arquitecto.
Vaya por delante que el pretexto, de riesgo para la
vida de las personas, esgrimido por el Concello, para eliminar el cuestionado
espejo acuático de la Plaza
del Berbés, en base a la supuesta falta de seguridad de la instalación, que al
decir de los vecinos podría propiciar ahogamientos, es exactamente eso, un
pretexto, y además muy tonto. Prueba de ello, por si quedaba alguna duda, es
que se conserva una pequeña parte del estanque.
VISTA DEL CUESTIONADO ESTANQUE SUPRIMIDO. Tal afirmación, en una ciudad portuaria como Vigo, y encima en el antiguo barrio marinero del Berbés, resulta, cuando menos, ridícula. Una cosa así, como diría el capitán Haddock, se la cuentan a un caballo de cartón y se pone a dar saltos.
Seguro que los especimenes que farisaicamente alegan
semejante bobada no tendrán inconveniente alguno en llevar a sus hijos a las
playas cercanas, donde lo que habrá enfrente no será un leve espejo de agua, de
tan solo veinte centímetros de fondo, sino el proceloso Océano Atlántico con
todas sus grandes olas.
VISTA DEL ESTANQUE TRAS EL VACIADO PREVIO A SU REMODELACIÓN
Lo mismo cabe decir de la falta de higiene. Si el estanque está sucio lo que procede es su limpieza, no su supresión. Ello sería como tirar la vajilla al acabar de comer. En cuanto a la presencia de aves —palomas y gaviotas— señalar que en cantidades razonables son un elemento característico y enriquecedor en cualquier plaza urbana que se precie. Las gaviotas en particular refuerzan el carácter marinero del lugar.
Por otra parte lo que puedan pensar sobre el asunto
un puñado de vecinos tiene escaso valor dado que, para empezar, dichos vecinos
ni tan siquiera son expertos en la materia sobre la que, con tanto aplomo,
pontifican. Tienen ciertamente opinión, sí, pero desde luego no conocimiento.
Dicho en el lenguaje de Platón, poseen DOXA
pero no EPISTEME.
Conviene asimismo señalar que no son sus vecinos los
propietarios de la Plaza
del Berbés —propiedad de la
Ciudad de Vigo— ni tampoco la reforma de Vázquez Consuegra se
hizo para su exclusivo disfrute, sino para el de todos los ciudadanos, turistas
incluidos, aunque los vecinos, eso sí, hayan sido los mayores beneficiarios de
la intervención. La generosidad de la ciudad al acometer el proyecto habrá
incrementado bastante el valor de sus propiedades.
En resumen los “argumentos” esgrimidos por el
Concello para justificar su intervención no son otra cosa que vulgares
pretextos, basados además en problemas inventados, al objeto de intentar
justificar un cambio por sus mal disimuladas razones pseudoestéticas.
EL ESTANQUE CON LOS TRES BOTES-MACETERO TRAS SU ADAPTACIÓN A LOS SOFISTICADOS ESTÁNDARES ESTÉTICOS DE SUS LUGAREÑOS
A la lista de despropósitos se suma la peligrosa utilización anual del espacio de la plaza —la cubierta de un Aparcamiento soterrado— para realizar alegres hogueras durante las Fiestas de San Juan. Utilizar un forjado de hormigón, una cubierta plana transitable, para hacer sobre ella hogueras es un disparate nunca visto, con serias implicaciones estructurales, como lo sería hacer hogueras en azoteas.
Tanto ensañamiento denota que lo que de verdad
molesta de la intervención es su lenguaje. La neutralidad semántica de la Arquitectura del Movimiento Moderno.
Inútil desde el punto de vista de un eventual aprovechamiento etnográfico o
populista. En base a lo cual el Concello parece haber optado por su completa
desvirtuación como unidad artística.
Es evidente que el sutil entrelazado del pavimento
de granito de la plaza, como sofisticada metáfora de las redes de los antiguos
pescadores, así como el cuestionado espejo de agua, simbolizando poéticamente la
presencia del mar, resultan justificaciones artísticas demasiado intelectuales
para la mentalidad folclórico-identitaria imperante en ciertos círculos, que
aspiran, toscamente, a poner los materiales y formas de la Arquitectura al
servicio de intereses políticos.
Hay que recordar que el repaso al Arquitecto
Guillermo Vázquez Consuegra en Vigo como representante de la Arquitectura Contemporanea
comprometido con ésta ciudad, ya se inició con el destrozo de la edificación
que cierra escenográficamente la
Plaza de la
Estrella , a la cual, recién inaugurada, se le eliminaron
arbitrariamente sus espacios abiertos y se le inutilizó su graderío, cubriéndose
sus fachadas con toscos rótulos, hasta lograr dotarla de un aire decididamente
tombolesco. Todo ello, y para vergüenza de la ciudad, sin que nadie dijera
nada.
La tropelía se continuó con el destrozo del espacio existente
delante del Hotel Universal, al eliminar una de sus dos pérgolas originales,
poniendo en su lugar un inefable pegote a modo de absurda maceta perimetral,
que obstaculiza, y desvirtúa, el uso público del citado espacio.
El caso es que la actual cruzada contra la Arquitectura Moderna
y Contemporánea, ejemplificada en una normativa estético-urbanística autonómica
cada vez más prohibicionista, llevada adelante por aquellos que pretenden “allarizar” Galicia —Allaríz es su “piso piloto”—, está creando una autentica nube de plomo sobre la
profesión, retrotrayendo, siniestramente, a debates sobre la prohibición de la Arquitectura Moderna que ya se
tuvieron en la Europa
de los años 30 y 40 del siglo pasado.
Finalmente, y respecto del maltrato que le da está
ciudad al Arquitecto Vázquez Consuegra,
no queda sino lamentar que el Colegio de Arquitectos, que tan activo resulta
cuando se trata de rescatar el honor perdido de arquitectos imputados en
sumarios penales, sea, sin embargo, tan parsimonioso a la hora de apoyar causas
mucho más nobles.
JOSÉ BAR BLANCO, 2012
JOSÉ BAR BLANCO, 2012
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