jueves, 21 de agosto de 2014

ALEMANIA COMO PROBLEMA


www.farodevigo.es/cartas/2011/06/11/alemania-problema/553406.html


ESTE TEXTO ME LO PUBLICARON COMO CARTA AL DIRECTOR EN FARO DE VIGO EL 11 DE JUNIO DE 2011. A RAÍZ DE LA CRISIS DE LOS PEPINOS, FUE ENTONCES CUANDO ME DI CUENTA DE QUE EL ATAQUE DEL IV REICH A NUESTRO PAÍS IBA EN SERIO. LO DE LOS PEPINOS ERA UNA PATRAÑA. TODOS LOS ENFERMOS LOS TENÍAN ELLOS. LA ÁCIDA CRITICA MANTIENE SU INTERÉS.

El mito de la eficiencia germana es exactamente eso, un mito, y no solo porque hayan perdido dos guerras mundiales, cosa que por otra parte no está al alcance de cualquiera, sino porque no paran de dar continuas muestras de su torpeza.

Decía un conocido político francés que como le gustaba tanto Alemania prefería que hubiera dos. Antes, cuando la RFA era un enano político [¡que tiempos aquellos!] los alemanes necesitaban a Europa y a sus instituciones, pero ahora, tras la unificación, instalados en su IV Reich, piensan que ya no les hacemos falta.

Empezaron a enseñar la patita a principios de los noventa cuando con un inopinado reconocimiento, prematuro e unilateral, de la independencia de Eslovenia y Croacia, que actuó como acelerante, precipitaron a toda Yugoslavia en una guerra civil horrorosa, la cual duró más de una década.

Actualmente ya votan en el Consejo de Seguridad de la ONU, con rusos y chinos, contra la intervención europea en Libia, porque a la señora Merkel le debe de dar igual que Gadafi masacre a su propia población en nuestras narices. El hecho es que cada vez que Alemania ha intentado ir por libre la cosa ha acabado con ellos perdiendo otra guerra mundial.

Si de verdad los alemanes fueran tan listos como se creen, jamás en la vida habrían puesto al mando de su país, y lo que es aún peor de la Unión Europea, a alguien tan incompetente como la señora Ángela Merkel. A ésta excamarada del Partido Comunista de la RDA, con su ridículo flequillo estilo paje, transmutada ahora en neocon, la fueron promocionando sus nuevos compañeros de partido hasta llegar adonde llegó, sencillamente porque así le cerraban el paso a otros políticos más cualificados de la propia CDU.

Cada vez que asoma su poco aerodinámico perfil por los medios es para hundirnos las exportaciones o bien para disparar aún más nuestro diferencial en las emisiones de deuda. Y es que Merkel aspira a gestionar la actual Gran Depresión Versión 2.0 en clave meramente electoral, de política interna alemana, a base de grandes dosis de puro etnocentrismo populista.

Le cuenta a sus conciudadanos que la cosa no va con ellos, y que la culpa de todo la tienen los habitantes de los ahora llamados países periféricos —los PIGS o GIPSY— que son unos vagos. Por ello su brillante solución final a la crisis consistente simplemente en hacer sufrir a los países PIGS. Es evidente que con ideas del género bobo como esas Europa no llegará muy lejos.

Mientras tanto escamotea que el Euro se diseñó en función de sus propias necesidades, que su superávit es nuestro déficit y que gran parte de la cuestionada deuda de los citados países se encuentra depositada precisamente en los balances de sus propios bancos.

En 2008 había un grupo de banqueros alemanes a los que en Nueva York llamaban los idiotas de Dusseldorf, porque compraban todo cuanto activo tóxico les ponían por delante. De hecho si la banca alemana se salvó de la crisis financiera no fue precisamente porque sus gestores fueran unos genios, que no lo son, sino porque su Administración Federal les inyectó muchísimo dinero.

Cada vez está más claro que la emisión de Eurobonos por parte de la UE es la única manera de evitar que las llamadas "manadas de lobos de los mercados" vayan atacando a los distintos países, uno por uno, empezando por los más débiles, blancos fáciles, para seguir después con todos los demás.

¿Por qué no acepta Alemania dicha solución? Si al final la peligrosa espiral de quiebras encadenadas acabará golpeándoles a ellos también. La explicación está en su  ineptitud para dirigir la UE al no ver más allá del humo de sus propias fábricas. Como diría Schiller, "contra la estupidez los mismos dioses batallan en vano".

En realidad los mal llamados Planes de Rescate no son otra cosa que meras operaciones de saqueo encaminadas a salvar a sus bancos, al conseguirles el tiempo que necesitan para sanear sus propios balances, y no a los países entrampados.

No obstante donde realmente lo bordan los teutones es en la gestión de su producción alimentaria. Cuando aún no se habían apagado los ecos del bochorno en la intoxicación de cerdos y pollos, inocentes animalitos a los que atiborraban con dioxinas, surge ahora el problema de la contaminación en vegetales.

A saber que jaimitadas habrán tenido que hacer en ésta ocasión para lograr transformar a una bacteria tan anodina como la Escherichia coli en el bichejo maléfico en que la han convertido.

Naturalmente, basándose en que encontraron dos unidades con E. coli de la habitual, les ha faltado tiempo para acusar estólidamente a los pepinos españoles de ser los responsables de la epidemia. Resulta que antes los culpables de todo eran los judíos pero ahora lo somos nosotros. Considerando el concreto formato que exigen al europepino resulta fácil imaginar como habrán podido contaminarlo ellos mismos.

Los españoles, si nos olvidamos de la insoportable partitocracia bipolar que nos gobierna, de la corrupción urbanística y de algún otro pequeño detalle, como la decreciente calidad de la enseñanza pública, tampoco lo hacemos tan mal, lo que, dadas las circunstancias, tiene ciertamente su merito.


JOSÉ BAR BLANCO, 2011

  

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